plan maestro bosque protector Cerro blanco
cerro blanco protected forest Master plan
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Arquitectos: Al Borde
Colaboradores: Iara Pezzuti, João Cardoso, Marina Novaes, Natália Vieira
Dirección de Obra: Maria Veronica Paszkiewicz
Ingeniería Estructural: Patricio Cevallos y Holcim Ecuador
Diseño: 2019 - 2020
Construcción Mirador: 2020 - 2021
Construcción: Miguel Ramos
Ubicación: Guayaquil, Ecuador
Por Encargo de: Fundación Pro Bosque
Ilustaciones: Pinxcel y Expresión Gráfica, Cátedra Santiago Pistone, UNR, Argentina. Coordinadores: Manuel Cucurel, Gonzalo Montoya, Luciano Stechina, Juan Ignacio Pignatta, Franco Mascetti, Julieta Giorgietti. Colaboradores: Gianluca Bella, Abril Bidrera, Lucio Mastrogiacomo, Octavio Liberatore, Juan Ignacio Ortega, Clara Tanlongo, María Noelia Segatore, Pilar Otero, Brian Ejsmont, Pedro Caleri, Juan Cingolani, Micaela Siles, Magdalena Azurmendi, Juan Francisco de la Torre
Fotografía: JAG Studio
Video: JAG Studio
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Los límites de la ciudad chocan con el bosque
El Bosque Protector Cerro Blanco se encuentra en Guayaquil - Ecuador, tiene 6078 ha, y es uno de los últimos remanentes de bosque seco de la costa ecuatoriana. La reserva se inauguró en 1989 cuando la ciudad tenía 1.5 millones de habitantes, población que ahora es casi el doble, este crecimiento ejerce una gran presión en los límites del bosque y amenaza su conservación. Tiene 221 especies de aves endémicas, de las cuales 21 están en amenaza a nivel mundial; 54 especies de mamíferos, 9 endémicos, y 6 amenazados. Hasta el 60% de los anfibios y reptiles también son endémicos.
La reserva está en el eje de expansión urbana de la urbe. Al sur limita con una gran oferta inmobiliaria de vivienda de clase media y media alta, generando presión en el uso y valor de suelo. Por el norte limita con la expansión informal: grandes extensiones urbanizadas a partir del tráfico de tierras ya han atravesado los límites del bosque llevando consigo problemas como la tala y la cacería ilegal.
Transformar las debilidades en fortalezas
El Plan Maestro del Bosque Protector Cerro Blanco plantea una convivencia entre el crecimiento de la ciudad y la reserva natural a través de lo que hemos denominado “FRANJAS ECOLÓGICAS”. Estas franjas reinterpretan la condición comercial en una parte y promueven una regeneración social en la otra. Permitiendo que la reserva abra menos del 1% de su territorio, hemos creado un plan maestro capaz de soportar una gran afluencia de visitantes sin afectar el área intangible de la reserva.
La propuesta es convertir las zonas ya expuestas al crecimiento urbano formal e informal en motores de preservación ambiental, desarrollo económico y transformación social, y de esta manera proteger las zonas intangibles de gran biodiversidad y valor ecológico. En ese sentido, las amenazas se convierten en las herramientas que ayudan a conservar el bosque.
Hacia el límite sur de marcada vocación comercial se plantea la FRANJA DE ENCUENTRO E INTERCAMBIOS, los proyectos se esparcen en la naturaleza de tal forma de siempre generar una interacción con el bosque. Hacia el límite norte se plantea la FRANJA SOCIAL Y PRODUCTIVA, una zona de amortiguamiento de marcado uso público que no solo contiene la ciudad informal sino que la dota de equipamientos y servicios. Y hacia la reserva el BOSQUE EDUCATIVO Y DE OCIO, en donde los proyectos que se construyen sirven para motivar el descubrimiento del bosque.
Cada franja es sobre todo una puerta para explorar y aprender del bosque a través de elementos arquitectónicos no invasivos. La propuesta utiliza materiales locales producidos en un radio de 5 km, incluyendo el concreto y excluyendo únicamente el acero. De esa manera, en lugar de adaptar el sitio a la arquitectura, el proyecto hace lo contrario: utiliza las condiciones naturales para crear experiencias específicas del sitio, contribuyendo a la educación ambiental en la ciudad.
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2021, Revista ARQ 109 - Vegetación, ARQ Ediciones
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Architects: Al Borde
Collaborators: Iara Pezzuti, João Cardoso, Marina Novaes, Natália Vieira
Construction Management: Maria Veronica Paszkiewicz
Structural Engineering: Patricio Cevallos y Holcim Ecuador
Design: 2019 - 2020
Construction: 2020 - 2021
Construction: Miguel Ramos
Location: Guayaquil, Ecuador
Commisioned by: Fundación Pro Bosque
Graphics: Pinxcel y Graphic Expression, Cátedra Santiago Pistone, UNR, Argentina. Coordinators: Manuel Cucurel, Gonzalo Montoya, Luciano Stechina, Juan Ignacio Pignatta, Franco Mascetti, Julieta Giorgietti. Collaborators: Gianluca Bella, Abril Bidriera, Lucio Mastrogiacomo, Octavio Liberatore, Juani Ortega, Clara Tanlongo, Noelia Segatore, Pilar Otero, Brian Ejsmont, Pedro Caleri, Juan Cingolani, Micaela Siles, Magdalena Azurmendi, Juan Francisco de la Torre
Photography: JAG Studio
Video: JAG Studio
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City boundaries collide with forest
Cerro Blanco Protected Forest is located in Guayaquil-Ecuador, has 6078 hectares, and is one of the last remaining dry forests on the Ecuadorian coast. The reserve was opened in 1989 when the city had 1.5 million inhabitants, nowadays the population is almost double. This growth has created great pressure on the forest boundaries and threatens its conservation. The forest has 221 endemic bird species which 21 are threatened globally; 54 mammal species, 9 endemics, and 6 threatened. Up to 60% of amphibians and reptiles are also endemic.
The reserve is located on the urban expansion axis of the city. To the south, it limits with an increasing high and middle-class housing and commercial projects, as a result, there is strong pressure on land use and value. To the north, it limits with informal sprawl, land trafficking has urbanized a vast area that has already trespassed the forest boundaries, logging and illegal hunting are a daily problem.
Turning weaknesses into strengths
The Cerro Blanco Protected Forest Master Plan proposes a coexistence between the city sprawl and the natural reserve through “ECOLOGICAL BUFFER ZONES”. These zones reinterpret the commercial condition in one part and promote social regeneration in the other one. Opening less than 1% of the protected area, the master plan is capable of supporting a large influx of visitors without affecting the intangible area of the reserve.
The project transforms the areas already exposed to formal and informal urban sprawl into activators for environmental preservation, economic development, and social transformation, through this action the intangible areas of great biodiversity and ecological value can be protected. So, threats become the tool that helps conserve the forest.
Towards the southern border, a GATHERING AND EXCHANGE BUFFER enhances the commercial use of the area, projects are spread in nature to promote constant interaction with the forest. Towards the northern border, a SOCIAL AND PRODUCTIVE BUFFER not only contains the informal city but also provides it with public facilities and services. And into the woods, an EDUCATIONAL AND LEISURE FOREST where the projects that will be built serve to motivate the forest discovery.
Each buffer is an open door to explore and learn from the forest through non-invasive architectural elements. The proposal uses local materials produced within a 5 km radius, including concrete and excluding only steel. Thus, instead of adapting the site to architecture, the project does the opposite: It uses natural conditions to create site-specific experiences, contributing to environmental education in the city and for the citizens.
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2021, Revista ARQ 109 - Vegetación, ARQ Ediciones